Dedicado a Eneko Puigdueta Sanz, quien representa nuestro futuro.
Era especialista mecánico en dichas Felio Puigdueta Pajula nació en 1880 en Granollers, población perteneciente a la provincia de Barcelona en la comarca interior del Vallés oriental. Sus padres se llamaban Andrés y Concepción. Con treinta años de edad, en 1910, se vino a Colmenar Viejo con su esposa, Mercedes Roger Trapí, a trabajar en las nuevas instalaciones hidráulicas que el marqués de Santillana había inaugurado, cerca del río Manzanares en el lugar llamado Marmota, en la divisoria municipal entre Colmenar Viejo y El Pardo.
INTRODUCCIÓN
El 15 de abril de 2005 se presentaba el primer número de esta serie de Guías del Patrimonio Arqueológico, Histórico y Artístico de Colmenar Viejo, dedicado al yacimiento arqueológico de Remedios. Se trataba de una apuesta cultural de Jorge García Díaz, entonces concejal de cultura y en la actualidad alcalde de la localidad. Una serie que pretendía poner al alcance de la población el extraordinario legado patrimonial, y que, al tratarse de “patrimonium”, se entendiera obviamente como un derecho, una necesidad para entender nuestro pasado, pero también un deber sobre su uso y disfrute actual y de las generaciones venideras.
Un camino de hierro hacia la libertad: Entre la ingeniería monumental de la dictadura primorriverista y la ingeniería austera de la autarquía franquista: Ferrocarril Directo Madrid-Burgos, el tramo de Colmenar Viejo
Fernando Colmenarejo García
Ermitas, altares y cofradías.
Estrategias religiosas en Colmenar Viejo (siglo XVI-XX)
Roberto Fernández Suárez
PRESENTACIÓN.
El tiempo en su transcurrir va formando historia, va transformando las cosas, y así, hace poco mas de un año, con motivo de nuestro décimo aniversario, presentamos unos fascículos que, quincena tras quincena, han ido viendo la luz con nuestra publicación. Después de este tiempo han conformado el libro que tiene en sus manos «República y Guerra Civil en Colmenar Viejo».
En nuestro caso, este libro no es el fruto de pocos días, es la acumulación de esfuerzos de muchos años, de muchas personas que no escatimaron esfuerzos por hacer de La Comarca un medio de comunicación social implantado en la sociedad donde se distribuye. A todos ellos se lo queremos dedicar, pero especialmente a José Luis Aragón Ordóñez que, con su premura excesiva, nos dejó para siempre.
La afición a correr toros y a su lidia ha sido desde hace siglos una de las principales aficiones de los colmenareños. Inicialmente, se celebraban los festejos en su Plaza Mayor, a la que denominaban de diferentes maneras según el periodo histórico que se vivía; y desde 1891, se hizo, en la plaza creada a este fin, y como lógico denominada plaza de toros.
Normas y tensiones en la religiosidad local
(siglos XVII, XVIII y XIX)
Roberto Fernández Suárez
Introducción
William Christian apunta en su libro sobre religión local en el siglo XVI en Castilla: “Las reliquias han podido ser, como Peter Brown apunta, la base común de la Cristiandad, uniendo a los cristianos del occidente europeo de manera más segura que las peregrinaciones. Pero a tenor de las Relaciones Topográficas mandadas realizar por Felip II, las reliquias, en el siglo XVI, parecen haber tenido un efecto opuesto, el reforzar el orgullo comunitario y el localismo”.
Miguel Ángel de Andrés Santos*
Pablo Torres Torres*
España durante el siglo XIX padeció varias epidemias de cólera morbo o asiático. En el transcurso de las cua-tro sufridas, la primera en 1817 y la última en 1885, algunos autores cifran el total de fallecidos en 800.000 personas en una población total próxima a doce millones de habitantes, lo que dicho en cifras porcentuales quiere decir, que casi 7 españoles de cada cien murió de cólera en aquellos años. Estas circunstancias conllevaron una impor-tante recesión económica, y una gran inestabilidad social con nume-rosas revueltas populares. Igualmente conllevó un cambio profundo en la sanidad y en las normativas y acciones higiénicas, aunque no exentas de polémicas, como la referente a la vacuna creada por el español Jaume Ferra.