Efectivamente desde tiempos remotos, la llamada Dehesa de la Garganta entendida no solo como la actual finca de la Garganta, sino como todo el hueco que hay desde el puerto de Quebrantaherraduras hasta el Collado de los Pastores y la orilla derecha del rio Manzanares, así como la Pedriza Anterior y Posterior, esta ultima conocida por El Risco y la Sierra, que ocupaba desde el rio hasta las cumbres, todas ellas eran de pasto común para todos los pueblos del Real de Manzanares, a ellos se subían en tiempos veraniegos ganados lanares, cabríos y vacunos, realizando la llamada "trastermitancia" para aprovechar los pastos frescos de la sierra en la época en que el llano estaba seco.
Este sistema de pastos comunes estuvo vigente hasta la desamortización de Madoz a finales del siglo XIX y principios del XX, en que todas estas tierras pasaron a manos privadas, aunque se siguieron subiendo ganados a la sierra durante el verano, pero ahora pagando por los pastos a los propietarios de las fincas.
Situación que desapareció después de la Guerra, en que el Estado compró la mayoría de estos montes, para repoblarlos con especies de crecimiento rápido, como los pinos. Se trataba de un programa para llenar de vegetación las cabeceras de los embalses y evitar su aterrado. Estas repoblaciones tuvieron la consecuencia de que las fincas compradas, quedaron vedadas a la ganadería, para impedir que estropearan las nuevas plantaciones.
No fue hasta que los pinos tomaron altura, cuando se permitió la entrada de ganados, como ocurre actualmente.
Pero volviendo al tema que concurre, con el auge de la ganadería brava a partir del siglo XVIII, y sobre todo en el XIX, con su centro en Colmenar Viejo, también se subieron a estos pastos comunes, los toros bravos de las distintas ganaderías Colmenareñas y de los pueblos comarcanos.
Las majadas de la sierra, al retirarse la nieve, se llenaban de pastores con los ganados de todos estos pueblos, en algunas de ellas se debían concentrar muchos animales de distinta procedencia y cada uno marcado con el "hierro" de su casa.
Recordemos, que el "hierro" es la marca que cada propietario pone a su ganado, se llama así porque en los bovinos y caballares se pone con un hierro candente quemando la piel del animal, dejando visible la marca durante toda su vida. Al ganado lanar se le hacia la "pega" marcando en el cuerpo recién esquilado, esta vez sin quemar, para no estropear la lana y la piel, sino con el hierro impregnado en pez, que dejaba igualmente la marca hasta el esquileo siguiente, que se repetía la operación.
Esta marca distintiva, constituía el título de propiedad sobre los animales que la tuvieran, importante cuando en la Sierra se juntaban en algún momento con los de otros ganaderos, hay que reseñar que el hierro de cada casa se ponía a todo el ganado, tanto bravo como doméstico, y también señalar, que cuando un miembro de la casa original se independizaba, generalmente conservaba la parte del hierro principal, con algún añadido, seguramente porque este ganado que se llevaba, ya tenía esta marca. Esto, en definitiva, caracterizaba el origen, y la nueva propiedad.
En algunas de estas majadas se debían reunir los pastores que estaban por la zona y bien por ociosidad o por deseo de dejar señal visible en algún lugar para demostrar que en esa zona pastoreaban sus rebaños, comenzaron a grabar en las piedras mas aparentes, las marcas de sus ganados.
Se han localizado varias estaciones con grabados, la primera mencionada con anterioridad de la Canaleja, en el Monte del Risco. En termino de Soto del Real, la Peña de los Vaqueros. Las otras dos, La Covacha y Los Gavilanes, en la Sierra, hoy llamada del Francés, por la compra de la misma en la desamortización, por el sr. Rieu.
En la primera, los petroglifos, nos dirigen a tiempos remotos en los que las marcas ganaderas, heredadas de los ancestros, semejan muchas letras del alfabeto Ibérico, solo algunas pueden ser reconocibles de época reciente. (figura 1)
En La Peña de los Vaqueros, el titulo nos orientaba directamente a marcas ganaderas, como así se reconoce en los grabados. (figura 2)
En las localizadas en la Sierra podemos reconocer en la mayoría, marcas ganaderas del siglo XIX junto a algunas, que sin dudad son más antiguas.
(figura 3 y 4)
La aparición de marcas reconocibles aun hoy día, como el 9 de los Aleas, nos hizo replantear la búsqueda de paralelos, de tiempos remotos a más cercanos. Así comenzamos a buscar en los hierros de las ganaderías de la comarca o de algunas de Madrid que pudieron estar pastando en estos lugares.
Encontrar repertorio de Hierros de la provincia de Madrid resultó imposible, no se localizó ningún repertorio, pero con la ganadería brava, la búsqueda fue más fructífera, en los múltiples tratados sobre ganadería y ganaderos famosos aparecían marcas parecidas, sino iguales a las encontradas grabadas en las piedras.
Después de mucho buscar, incluso ayudado por los especialistas que tratan de la historia taurina de Colmenar, que son muchos y buenos, se ha conseguido describir muchos de los grabados encontrados, asimilarlos a una ganadería o propietarios y avanzar una cronología sobre ellas, tal como se puede ver en la tabla siguiente: (tabla)
Bien es cierto que aún quedan muchos petroglifos por asociar a ganaderos, sobre todo aquellos que por su antigüedad no existen referencias o no las hemos encontrado.
También se han buscado repertorios de Segovia, hay que recordar que el Real de Manzanares perteneció antes a la Comunidad de Villa y Tierra Segoviana (Sexmo de Manzanares) en uno de ellos aparece un corazón atravesado por una flecha, marca perteneciente al Marques de Lozoya.
En resumen, la ganadería brava está estrechamente relacionada con los petroglifos de Manzanares y se conservará en la memoria de las piedras de la Pedriza a través de sus marcas.
Bibliografía
POZUELO RUANO, ALFONSO. (2011) Petroglifos de Soto del Real y Manzanares el Real.
demarcaciones territoriales o piedras sagradas. Cuadernos de Estudios Nº. 25.
Marzo 2011. (267-290)
POZUELO RUANO, ALFONSO. (2011) bis. Petroglifos de Manzanares el Real. El Real de Manzanares. Nº 45 diciembre 2011. (15-35)
POZUELO RUANO, ALFONSO. (2022) Petroglifos de Manzanares el Real, y piedras sagradas de Miraflores de la Sierra y Hoyo de Manzanares (II) Cuadernos de Estudios Nº 36. marzo 2022. (211-227)
1 POZUELO RUANO, ALFONSO. (2011) y (2011) bis.
2 POZUELO RUANO, ALFONSO. (2022). (Desgraciadamente en este articulo, por algún problema de la editorial, no aparecen
2 POZUELO RUANO, ALFONSO. (2022). (De slagsr aimciaádgeanmeesn.)t e en este artículo, por algún problema de la editorial, no aparecen las imágenes.)