El grafiti no espera respuesta del receptor ocasional y sólo es bien comprendido por aquellos que forman parte del universo grafiti. Se podría entender como la expresión gráfica de la cultura hip-hop (2) (Reyes, 2022), aterrizada en España procedente de Nueva York en los años 80 del siglo XX, la cual, a través del break, baile de gran repercusión entre la juventud gracias a diferentes programas de televisión y a películas como Breakdance y Beat Street, prendió con fuerza en los barrios de clase media, sustituyendo a los ideales políticos y filosóficos de una generación muy desencantada (Cambil Hernández, 2012). Los jóvenes que formaron parte de esta cultura compartieron nobles actitudes como la fusión de culturas y la lucha contra el racismo, y se distinguieron del resto de tribus urbanas por su peculiar forma de vestir (sudaderas con capucha y un calzado deportivo muy característico) y por la difusión de un estilo de vida que consistía principalmente en dejarse ver, ser el mejor y destacar en algo (Reyes, 2022). Así, los primeros escritores (3), muy conectados con la cultura del break, comenzaron a plasmar su firma sobre muros urbanos en las grandes ciudades españolas, como Madrid y Barcelona, inspirándose para ello en las letras de los libros “Subway Art” (Martha Cooper y Henry Chalfant) y “Spray Can Art” (Henry Chalfant), y en el documental “Guerra de Estilos”, de Henry Chalfant: ¡Quién no recuerda a Muelle y su singular firma concebida como un logotipo o a los míticos Glub y Bleck (La Rata)!
A principios de los 90, se empezaron a ver los primeros realismos, grafitis clásicos, en localidades periféricas de Madrid (Móstoles, Alcorcón, Vallecas). Es el boom del rap español y el grafiti se empieza a difundir rápidamente, apareciendo incluso en algunas portadas de discos de rap, ofreciendo una gran variedad y calidad plástica gracias, en gran parte, a los fanzines (4). Los grafitis que podemos disfrutar en algunos muros urbanos en Colmenar Viejo son herederos de estos, hijos de la corriente triunfadora, la neoyorkina, en detrimento del grafiti flechero madrileño.
El 5 de diciembre de 2021, se convocó al público en redes a una sesión de arte urbano en Colmenar, Calle Industriales s/n. En el evento, intervinieron auténticos kings (5). Algunos de ellos procedían de la vieja escuela (Reyes, 2022), como Trase, Yeti, More, Luis, Rise, Bear y Speek (década de los 80). Otros, como Piker, pertenecían ya a una generación más reciente, la de los 90. El resultado fue sorprendente y nos dejaron unos grafitis murales de gran formato de excelente calidad plástica -muchas gracias-, que recomiendo visitar y contemplar.
El disfrute de estos murales depende en gran parte de la mirada del espectador y del contexto, que estoy intentando explicar. Sus autores parten de su propia iniciativa, nada tienen que ver con las diferentes instituciones urbanas (Prieto González, 2011) y muchos de ellos han pasado de escribir en la clandestinidad a tener sus propias empresas de arte gráfico y mostrar abiertamente sus blackbooks (6) en las redes sociales. Hacen arte porque les gusta, ya no se esconden, y transmiten a las nuevas generaciones la cultura del grafiti a través de exhibiciones como la de Colmenar Viejo en 2021 o el “Pio Rap” en Madrid (festival de escritores desde 2016), reuniéndose cuando les apetece para pasar un buen rato pintando con su crew (7), sin más.
Diferentes murales en solar particular de la Calle Industriales s/n, Colmenar Viejo. Núm. 4 (inferior derecha), en Calle Cerro S. Pedro, Colmenar Viejo. Fotografías autora.
Sus obras nos incitan a escaparnos de la gama de grises que da la vida y a adentrarnos en mundos llenos de color, lúdicos, quizás procedentes del mundo de los sueños. O a considerar nuevos puntos de vista (y pienso en “La mona de la perla”, así llamo yo a esta pieza de Skew).
Los otros no existen por sí mismos, los construimos cada uno de nosotros según nuestra experiencia (Monnet y Santamaría, 2011). Esto sí es arte. 4
REFERENCIAS:
- CAMBIL HERNÁNDEZ, M.E. (2012): “Los graffitis y el espacio urbano: El “Niño de las Pinturas”, en Quiroga, Número 2, pp 10-29. ISSN: 2254-7037.
- MARTÍN M. (2022): “Grafitis en Colmenar Viejo: ¿Arte o vandalismo?”, en Sierra Cultura, junio 2022 https://www.sierracultura.com/index.php/la-sierra-en-el-punto-de-mira
- MONNET, N.; SANTAMARÍA, E. (2011): “Fotografía y alteridades. A vueltas con los usos de la fotografía y el sentido de los otros”, en Quaderns-e. Institut Catalá d’Antropología, Número 16 (1-2), pp 1-15.
- PRIETO GONZÁLEZ, J.T. (2015): “El espacio urbano como entorno de reflexión, foro de debate y escaparate de conflicto en lo cultural, social o político”, en https://www.youtube.com/watch?v=6tipII1yvA8
- TODO EMPEZÓ EN EL 84. ORÍGENES DEL GRAFFITI EN ESPAÑA (2022): REYES SÁNCHEZ, F. (Comisario). Exposición temporal del 24 de junio al 1 de noviembre. Museo Nacional de Antropología, Madrid.
- VIGARA TAUSTE, A.M.; REYES SÁNCHEZ, F. (1996): “Graffiti y pintadas en Madrid: Arte, lenguaje y comunicación”, en Espéculo: Revista de Estudios Literarios, Número 4. ISSN-e1139-3637.
1 Significado de Getting up (dejarse ver) cuando se aplica a los grafitis (Reyes, 2022)
2 El término hip-hop procede del estribillo de “Rappers delight” (Sugar Hill Gang), primera canción de rap en la historia de la música (Vigara y Reyes, 1996).
3 Writers: dibujantes o pintores de grafitis.
4 Los fanzines son las revistas publicadas, por lo general con escasos medios, por diferentes escritores. En su momento tuvieron una gran difusión. El primer fanzine fue International Graffiti Times, por Phase 2.
5 Kings: los mejores escritores.
6 Blackbook: también conocido como piece book, es el libro de bocetos o sketches de los escritores de grafiti
7 Crew: grupo de escritores con nombre propio.